EL DERVICHE BOJARIO HADJI-ASVATZ-TROOV
POR: SAMAEL AUN WEOR
Cierta vez, mientras viajaba por el
continente asiático un gran sabio venido de ignotos lugares, en la región que
se denominaba Bojara, acertó a establecer cordiales relaciones con un derviche
danzante cuyo nombre era Hadji-Zephi-Bogga-Eddin.
Era un hombre muy entusiasta por el
esoterismo sagrado y cada vez que encontraba a alguien en su camino, le hablaba
de estos estudios.
Cuando encontró a nuestro sabio la
alegría fue grande, sonreía dichoso y el tema a tratar versó entonces sobre esa
ciencia china antigua llamada "Shat-Chai-Mernis".
Lo que hoy se sabe sobre esa ciencia
misteriosa conocida por los mellizos chinos iniciados de los cuales hablamos en
el capítulo primero de este mensaje, son solo fragmentos de una totalidad
formidable.
En otros tiempos cuando todavía vivían
en China estos dos mellizos iniciados, se denominaba a dicha ciencia así:
"TOTALIDAD DE LA INFORMACIÓN
VERDADERA ACERCA DE LA LEY DE NONAPLICIDAD".
Ciertos fragmentos de esta augusta
ciencia permanecieron intactos y pasaron de generación en generación a través
de muchos hermanos iniciados en los grandes misterios.
El sabio de nuestra historia se sintió
muy feliz al platicar con el derviche sobre esa antiquísima ciencia china, de
la cual nada saben los sabihondos modernos de tipo occidental.
El colmo del entusiasmo llegó a
nuestro sabio, al ser informado por el derviche sobre otro derviche amigo de
este último, quien según informes residía en la "BOJARA SUPERIOR" alejado
de todos y que se dedicaba a ciertos experimentos misteriosos relacionados con
esta misma ciencia.
El derviche invitó a nuestro sabio a
darse un paseo por aquellas montañas de la Bojara Superior con el sano y bello
propósito de visitar al anacoreta.
Tres días de viaje por entre montañas
escarpadas y caminos solitarios condujeron a los dos hombres de esta historia
hasta una pequeña garganta situada entre los montes de la Bojara Superior.
En dicha montaña de acuerdo con el
relato que ha llegado hasta nosotros, el derviche pidió al sabio que lo ayudara
a apartar una pequeña plancha de piedra y cuando lo hubieron hecho, apareció
ante los dos hombres una pequeña abertura de cuyos bordes partían dos barras de
hierro.
El relato dice que el derviche unió
ambas barras y comenzó a escuchar muy atentamente y que al cabo de breves
instantes, surgió de las mencionadas barras un extraño sonido y para sorpresa
del sabio de esta historia, el derviche pronunció entonces sobre la abertura
algunas palabras en un lenguaje que le era totalmente desconocido.
Cuando el derviche concluyó de hablar,
los dos hombres de este relato colocaron la plancha de piedra en su lugar y
siguieron avanzando.
Fue todavía mucho lo que tuvieron que
caminar por entre valles y montañas profundas hasta llegar a cierto lugar donde
se detuvieron frente a una gran roca.
El derviche en un estado de gran
tensión parecía estar aguardando algo muy especial, de pronto una enorme piedra
se abre y forma una entrada misteriosa que conduce a una especie de cueva.
Los dos hombres penetraron en la
caverna y avanzaron hacia el fondo misterioso pudiendo observar que el camino
estaba iluminado alternativamente por gas y electricidad.
Después de haber recorrido una
distancia considerable dentro de la caverna se encontraron a un anciano de edad
indescifrable y de cuerpo demasiado alto y delgado, quien los recibió con los
saludos acostumbrados y los condujo más al interior de la cueva.
Este era el amigo del derviche y su
nombre fue Hadji-Asvatz-Troov.
El anciano ermitaño condujo a los dos
hombres hasta una sección muy cómoda de la caverna y luego se sentaron todos en
un fieltro que cubría el piso y comieron eso que se llama en el Asia,
"FRÍO DE BOJARIA", Shila-Plav; servido en ollas de barro, que el anciano
trajo.
Los dos hombres platicaron con el
anciano ermitaño durante la comida, el tema fue naturalmente la apasionante
ciencia china llamada Shat-Chai-Mernis.
La ciencia de este viejo es la ciencia
de las vibraciones.
Todo lo que es, todo lo que ha sido,
todo lo que será está sometido a la ciencia de las vibraciones.
El ermitaño había dedicado su vida al
estudio de las vibraciones, el Shat-Chai-Mernis.
El ermitaño había estudiado muy a
fondo la teoría Asiria del gran Mal-Manash y la teoría árabe del famoso sabio
Selnehhe-Avaz y la griega de Pitágoras y en general todas las teorías chinas.
Este hombre había construido en forma
modificada el monocorde de Pitágoras, el famoso aparato de música con el cual
Pitágoras realizaba sus experimentos.
Dicho aparato es muy complejo y está
lleno de vibrómetros que le sirven para medir las vibraciones de las cuerdas.
El anciano ermitaño era un verdadero
sabio y había construido muchos aparatos para medir con exactitud las
vibraciones.
Dijo el anciano que en la antiquísima
civilización de Tikliamish existían muchísimos aparatos especiales para medir
las vibraciones.
El ermitaño hizo luego varias
demostraciones con las vibraciones musicales, sopló aire con un pequeño fuelle
sobre los tubos de un aparato de música de viento, los cuales iniciaron una
monótona melodía de cinco tonos, los vibrómetros indicaron con exactitud el
número de vibraciones.
Junto al aparato de música se colocó
una maceta de flores, cuando el ermitaño concluyó su monótona música, las flores
de la maceta estaban intactas.
Después el viejo ermitaño se trasladó
desde el antiguo monocorde al piano de cola, provisto también del vibrómetro
para medir las vibraciones y comenzó a golpear determinadas teclas del piano
produciendo la misma monótona melodía.
Cuando el anciano dejó de tocar no
quedaron en la maceta sino los restos marchitos de las flores que antes estaban
llenas de vigor y belleza.
En esta forma el anciano demostró el
poder vibratorio de las ondas musicales sobre la materia.
Aquel ermitaño dividía las vibraciones
en dos clases: vibraciones creadoras y vibraciones impulsoras.
Dijo el anciano que con tripas de
cabra se podían fabricar cuerdas especiales para la producción de vibraciones
creadoras y con los instrumentos de viento como las trompetas, flautas, etc.,
se obtienen vibraciones impulsoras.
Después de dar algunas otras
explicaciones, según el relato que llegó hasta nosotros, el ermitaño trajo un
sobre, papel y lápiz para otro experimento.
Escribió algo en el papel y luego lo
metió en el sobre, después lo colgó cerrado en un gancho, lo puso delante de
los dos visitantes, se sentó ante el piano y tocó otra vez una monótona
melodía, pero ahora, dos sonidos de la octava más grave del piano se repetían
pareja y constantemente.
Después de algunos instantes el
derviche visitante no podía permanecer inmóvil y se retorcía agitando la pierna
izquierda en la cual sentía un espantoso dolor.
El ermitaño dejó de tocar después de
un rato la monótona melodía y dirigiéndose al sabio visitante dijo: Amigo de mi
amigo, tenga la bondad de ponerse de pie, saque el sobre del gancho y lea lo
que está escrito adentro.
El sabio hizo lo indicado y cuando
leyó el papel que estaba metido en el sobre vio que decía:
"En cada uno de ustedes se formará
debido a las vibraciones procedentes del piano, un furúnculo en la pierna
izquierda, una pulgada debajo de la rodilla y media pulgada a la izquierda de
la mitad de la pierna".
El anciano hizo que los dos hombres
dejaran al descubierto cada uno su pierna izquierda y cual sería el asombro al
descubrirse en la pierna izquierda del derviche visitante, el furúnculo
anunciado; allí estaba, no había duda alguna, empero faltaba en la pierna
izquierda del sabio visitante.
Este último tenía una vibración diferente
porque era un Maestro venido de otro planeta y es claro que la vibración de
este género era de otra frecuencia distinta a la que el sabio llevaba en su
cuerpo.
Cuando el ermitaño se convenció de que
faltaba el furúnculo en la pierna izquierda del sabio, saltó de inmediato de su
asiento diciendo: "No puede ser".
Y miraba asombrado como con ojos de
loco: fue entonces necesario que el sabio venido de otro planeta le hiciera
comprender que nada había fallado y que después y a solas le contaría su secreto.
A muchos lectores les parecerá
imposible que por nuestra tierra caminen habitantes de otros planetas y lo más
posible es que rían ahora escépticamente, pero así es.
En todo tiempo nuestra tierra ha sido
visitada por habitantes de otros planetas.
Viejas tradiciones dicen que el
Maestro Sanat Kummará, fundador del Gran Colegio de Iniciados de la Gran Logia
Blanca, vino de Venus con su cuerpo físico.
El sabio de nuestra historia, era un
Maestro venido de otro planeta, más guardaba el secreto.
En otros tiempos existieron
maravillosos instrumentos de música con los cuales se hicieron formidables
experimentos.
Sabiendo manejar las ondas vibratorias
del sonido se puede actuar sobre toda sustancia, sobre toda vida.
"En el principio era el Verbo, y
el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios", dice Juan.
Realmente sin el sonido, sin el verbo,
sin la palabra; el sistema solar en el cual vivimos, nos movemos y tenemos
nuestro Ser, no existiría.
En el amanecer de la vida los
Cosmocratores trabajaron en sus templos con la Magia Sexual del Verbo.
Las dos fuerzas fundamentales por sí
mismas no pueden crear, se necesita una tercera fuerza de acuerdo con la Magia
Sexual del Verbo.
Cualquier Maestro fuerte en meditación
puede estudiar Cosmogénesis en los registros Akáshicos y verificar por sí mismo
el trabajo litúrgico de los Cosmocratores en el amanecer de la vida.
Ante todo iluminado se presentan en
los registros Akáshicos los templos de los Cosmocratores y su trabajo con las
vibraciones.
Dentro de cada templo aparecen
sentados en sus tronos del oriente interno, un sacerdote y una sacerdotisa.
En cada templo hay una planta baja
sobre la cual están todos los sitiales y columnas del templo.
Los Elohim mencionados por las
sagradas escrituras ocupan esa planta baja.
Esta es la Masonería Primieval, estos
son los talleres de los Cosmocratores.
Canta el sacerdote y canta la
sacerdotisa y cantan todos los Elohim del templo y sus voces resuenan en el
Caos.
Así se realizan los rituales del fuego
en el amanecer de la vida, y las tres fuerzas llamadas masculina, femenina y
neutra; vibran científicamente produciendo múltiples fenómenos en la Materia
Primordial.
Se hace fecunda la Gran Madre, la
materia prima de la Gran Obra y brotan los gérmenes de toda creación.
Así es como nace el universo del
Pleroma, así nace todo sistema solar.
La Magia Sexual del Verbo creó este
universo en el cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser.
Nuestro Sistema Solar en principio fue
sutil, después se fue tornando cada vez más y más denso hasta tomar la actual
consistencia física.
Este Universo es pues un producto de
las vibraciones del verbo, de la música.
samael
aun weor
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