EL
MAESTRO CHINO HAN SHAN
Por:
samael aun weor
Hasta
nosotros ha llegado un resumen de la autobiografía del maestro chino llamado
Han Shan que bien vale la pena comentar para la mejor comprensión de este
«Mensaje de Navidad 1965-1966».
El
maestro Han Shan, nació en Chuan Chia en la hermosa comarca china de Nanking.
La
Madre Divina le anunció en sueños a una mujer muy humilde de esta comarca que
concebiría a un niño y ciertamente ella concibió un hermoso niño que nació el
12 de octubre de 1545, ese niño fue el gran maestro chino llamado Han Shan.
Cuando
el niño contaba con pocos años de edad estuvo a punto de morir debido a una
grave enfermedad, pero su humilde madre oró llena de fe a la Madre Divina
Kundalini pidiéndole la salud del niño y prometiéndole de todo corazón que si
el niño sanaba ella lo entregaría al monasterio para que se hiciera monje.
Cuando
el niño sanó su buena madre hizo anotar su nombre en el monasterio Budista de
la Longevidad.
El
niño Han Shan desde muy temprana edad demostró ser realmente un Maestro,
después de la muerte de un tío y del nacimiento de un hijo de una tía, Han Shan
se preocupó intensamente por estudiar los Misterios de la Vida y de la Muerte.
La
madre de Han Shan fue realmente muy severa con este niño, en cierta ocasión
dijo:
"Tengo
que vencer en él su naturaleza demasiado tierna, a fin de que pueda estudiar
como se debe".
A
la edad conveniente el niño ingresó al monasterio y se convirtió en un
verdadero devoto de Kwanyin, la Madre Divina.
En
cierta ocasión recitó ante su madrecita china todo el Sutra de la Bodhisattva
Kwanyin y como es natural su madrecita se llenó de gran asombro.
Cuenta
la tradición que cuando el Maestro Ta Chou Chao vio este hermoso niño, lleno de
alegría exclamó:
"Este
niño llegará a ser un Maestro de los hombres y de los cielos".
Cuando
el citado Maestro interrogó al niño preguntándole qué quería ser, si alto
funcionario público o un Buddha, el niño contestó con plena seguridad:
"Quiero ser un Buddha".
Ya
joven Han Shan se sintió hondamente preocupado por seguir la carrera esotérica
después de haber leído la vida del gran Maestro chino Chung Feng, desde
entonces se dedicó a la vida espiritual.
Dice
la tradición que el Buddha Amida se le apareció en los mundos internos junto con
los Bodhisattvas Kwanyin y Ta Shih, no cabe la menor duda de que todo esto fue
definitivo para que Han Shan se entregara de lleno a la vida esotérica.
Han
Shan adoptó el nombre de Ching Yin después de haber escuchado una maravillosa
conferencia sobre las diez puertas misteriosas.
Cuando
Ching Yin llegó a la edad de veinte años el Maestro del monasterio, su gran
Maestro, murió, pero antes de morir llamó a todos sus monjes y les dijo:
"Tengo
ochenta y tres años y muy pronto he de abandonar este mundo, tengo actualmente
ochenta discípulos, pero el discípulo que habrá de continuar mi obra es Han
Shan (Ching Yin), después de mi muerte habréis de respetar su palabra, sin
tomar en cuenta su edad".
Así
fue como el Maestro chino Han Shan inició en este mundo su gran obra.
Cuando
estudió el libro de Shao Lung y corrigió las pruebas, quedó iluminado al leer
una frase de un Brahmana, que regresa a su casa ya muy viejo y los vecinos
exclaman: "mira, el hombre de aquel entonces todavía existe".
A
lo cual contesta el anciano Brahmana:
"Oh,
no, parezco ser un viejo pero en realidad no lo soy".
Han
Shan al leer esto, dijo:
"En
realidad los dharmas no tienen comienzo ni fin". ¡Cuán verdadero es esto,
cuán verdadero!
El
maestro Fa Kuang, fue quien instruyó profundamente a Han Shan sobre la técnica
científica de la meditación; le enseñó también la disociación de la mente, la
subconciencia y las percepciones sensoriales, y como mantenerse alejado de los
senderos sagrados y mundanos del conocimiento durante la meditación.
Las
asociaciones de la mente para formar frases, recuerdos, imágenes, ideas,
deseos, etc., constituyen la causa fundamental del incesante parloteo mental y
de todo el batallar de las antítesis.
Si
a base de comprensión logramos la disociación mental; si a base de comprensión
logramos la disociación de todos los recuerdos subconscientes; si a base de
comprensión logramos eliminar los elementos subjetivos de nuestras
percepciones, entonces es claro que la mente queda quieta y en silencio, no solo
en el nivel superficial, sino también en los niveles más profundos del
subconsciente.
Han
Shan logró la quietud y silencio de la mente, se convirtió de hecho, en un
iluminado Maestro de Perfección.
Los
viejos sabios decían: "Si no permites que tu mente se perturbe al escuchar
el sonido del agua que corre durante treinta años, llegarás a la comprensión
milagrosa del Avalokitesvara".
Han
Shan se convirtió en un atleta de la meditación interna y nada podía
perturbarlo, su comida consistía en granos, verduras y arroz, en cantidad
suficiente para vivir.
Han
Shan se convirtió en un verdadero atleta de la quietud y silencio de la mente y
es claro que llegó a la iluminación.
El
resultado o consecuencia de la iluminación son los poderes que muchos codician,
pero que vienen al místico sin necesidad de codiciarlos cuando realmente hemos
llegado a la iluminación.
Cuenta
Han Shan que un día después de haber comido su cocido a base de arroz,
verduras, etc., salió a caminar, pero de repente se detuvo sorprendido al ver
que no tenía cuerpo ni mente, entonces solo vio un Todo Iluminado,
Omnipresente, Perfecto, Lúcido y Sereno.
A
partir de entonces todos los poderes de clarividencia positiva, Clariaudiencia
formidable, Telepatía, Intuición regia, etc., etc., se despertaron totalmente
en Han Shan gracias a la quietud y silencio de la mente y como consecuencia de
la iluminación.
Han
Shan compuso este precioso poema trascrito por Chan Chen Chi:
"Cuando
reine la serenidad perfecta se logra la verdadera iluminación, Como la
reflexión serena incluye a todo el espacio, puedo volver a mirar al mundo que
está formado de sueños y solo sueños.
¡Hoy
comprendo realmente la verdad y la justicia de las enseñanzas de Buddha!"
Han
Shan a base de muchísima meditación íntima y con la suprema quietud y silencio
de la mente, logró despertar el Buddhata, es decir, la Esencia, la Conciencia.
Durante
las horas del sueño Han Shan dejó de soñar y vivía en los mundos superiores
totalmente despierto, al regresar al cuerpo físico después del descanso del
sueño, traía a su cerebro físico todos los recuerdos de su experiencia en los
mundos superiores, todo eso lo consiguió, lo logró a base de quietud y silencio
mental.
Una
noche mientras su cuerpo físico dormía, entró Han Shan al templo de la Gran
Sabiduría, los Maestros Chin Yan y Miao Feng en sus cuerpos astrales lo
recibieron con inmensa alegría.
En
ese templo recibió Han Shan la enseñanza preciosísima de la entrada al
Dharma-Dhatu, por esta supo lo que son a fondo, las leyes de Evolución o
progreso e Involución o retroceso.
También
comprendió Han Shan que existen tierras búdicas que se penetran y compenetran
mutuamente sin confundirse y que la principalidad y el servicio son
fundamentales en esas tierras.
Comprendió
que lo que en nosotros discrimina es la subconciencia y lo que no discrimina es
la sabiduría, comprendió también que la pureza o la impureza dependen
totalmente de nuestra mente.
Han
Shan estuvo en cuerpo astral dentro del templo de Maitreya Bodhisattva, fue
este quien leyendo en un rollo que abrió dijo:
"Lo
que en nosotros discrimina es la subconciencia; lo que no discrimina es la
sabiduría.
Si
dependes de la subconciencia te corrompes; si te apoyas en la sabiduría
obtendrás la pureza.
De
la corrupción proviene la vida y la muerte. Si uno alcanza la pureza no habrá
necesidad de Buddhas".
Cuando
Han Shan regresó a su casa después de muchísimos largos años de ausencia, los
vecinos preguntaron a su madre:
"¿Este
de dónde vino? ¿Vino por barco o por tierra?".
La
madre respondió:
"Viene
a nosotros desde el vacío".
Ciertamente
Han Shan vino desde el Vacío Iluminador.
Así
está escrito y Chang Chen Chi así lo cuenta.
La
quietud y el silencio absoluto de la mente después de grandes prácticas provoca
la ruptura de la bolsa, la entrada de nosotros en el Vacío Iluminador; entonces
entramos en éxtasis porque nuestra Conciencia despierta.
Samael
aun weor
No hay comentarios:
Publicar un comentario